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07 diciembre 2013

Madiba Mandela ha muerto

 

 

Mandela era posiblemente el personaje público que yo más admiraba por la claridad de sus objetivos, su integridad (nuestro enemigo no son los blancos, sino el racismo), su voluntad indomable a pesar de los numerosos años en prisión, y su gran capacidad de liderazgo.

Tras su muerte trasnscribo aquí dos de los artículos que más me han gustado de lo que se publicó hoy: el primero, de Sami Naïr, en El País, y el segundo, de Mario Viciosa en El Mundo, que incluye un video describiendo la trayectoria vital de Nelson Mandela, Madiba Mandela. Descanse en Paz


Nuestra parte negra

Por SAMI NAÏR en El País 6/12/2.013

Hay muertos que no son como otros muertos, porque hay seres humanos que no son como otros. Todavía somos, en nuestra inmensa mayoría, supervivientes del siglo XX —un siglo en el que probablemente se hayan cometido los peores crímenes desde finales de la Edad Media: enfrentamientos salvajes entre imperios, guerras mundiales que han destruido generaciones enteras, exterminios en masa de pueblos dominados, holocausto contra los judíos, colonizaciones, experimentos atómicos en pueblos inocentes de Japón, “equilibrio del terror”— hemos visto de todo. Y es probable que no hayamos aprendido nada y que todavía estén por llegar numerosos crímenes de masas. Y sin embargo hay personas, centinelas de la humanidad, que atraviesan estos horrores y salen de ellos siendo más humanos aún, más optimistas en cuanto al futuro de la comunidad de los vivos. Estas personas son poco comunes y Nelson Mandela, junto con el gran Gandhi, es de esas personas.
Evidentemente no es posible medir lo que supone la pérdida de Mandela para el humanismo. Este hombre viene de un país en el que ser negro significaba ir al infierno desde el grito primario del nacimiento; creció en medio de un mundo fundado sobre la separación violenta de colores, donde el blanco dominaba en virtud de su tez y en el que el negro era condenado a la maldición en razón de su color; luchó en un partido político que quería que fuera para todos, negros y blancos, y que no reclamaba otra cosa que la igualdad de los humanos, independientemente de su género, su estatus social, su color. Y es por esto que era considerado el más peligroso de todos a ojos de los partidarios del apartheid. Peligroso porque quería un África del Sur fundada sobre la ley democrática de la mayoría y sobre el respeto a las minorías.
Acusado de haber fomentado atentados contra objetivos militares, será condenado en 1962 a cadena perpetua, encarcelado en condiciones espantosas en Robben Island durante 19 años, trasladado en 1981 a otro lugar en el que permanecerá 8 años más, convirtiéndose, tras 27 años de encarcelamiento, en uno de los presos más viejos del mundo, todo ello en nombre del odio que los blancos profesaban a las poblaciones negras de las que se valían en la explotación de minas de uranio y diamantes, y en las aterradoras fábricas que recordaban a las galeras. Negros hacinados en los shop towns, acotados en bantustanes de siniestra memoria, siempre separados de sus semejantes blancos, siempre despreciados, dominados, aplastados.
Nelson Mandela representa la más poderosa conjunción entre el deber de la memoria y la fuerza del perdón
Pero Nelson Mandela, desde el fondo de su prisión, aguantaba. Se hubiera querido que incriminase a los blancos como género, que retomara por su cuenta la guerra de razas que le imponía el apartheid, que se convirtiera de este modo en vector de un racismo antiblanco; siempre se negó, respondiendo que no luchaba contra los blancos, sino por la libertad de blancos y negros, es decir, contra el sistema del apartheid, que hacía posible la dominación del blanco sobre el negro. Se hubiera querido que preconizase, a través del tercermundismo de los años 1960 y 1970 del siglo XX, la revolución violenta en África del Sur, pero se negó, argumentando que todos los partidarios de la abolición del apartheid, independientemente de sus elecciones ideológicas, debían poder reencontrarse en su partido, el African National Congress, para luchar juntos en torno a un único objetivo: la emancipación de los negros oprimidos, la salvación de los blancos alienados por el sistema del apartheid, puesto que, según él, los blancos también eran víctimas de su propia mirada racista y debían ser salvados.
Pero la grandeza, la inmensa grandeza de Mandela va más allá aún: una vez vencido el apartheid —gracias también a la inteligencia de Frederik De Klerk, jefe del Estado sudafricano, que había comprendido que aquel sistema, a la vez que engendraba la hostilidad de toda la humanidad, estaba muerto y que hizo adoptar en 1991 en el Parlamento sudafricano una legislación que abolía las leyes raciales— Mandela rechaza la venganza y se transforma en educador de su pueblo. Él, que había sufrido el martirio, dijo a los negros: “Si queréis un día olvidar el apartheid, debéis aprender a perdonar”; y a los blancos: “Si queréis un día ser perdonados, debéis olvidar vuestro apartheid”. Esta filosofía se encuentra en estado puro, como un diamante precioso, en todos los discursos, los actos, los sentimientos de la gesta mandeliana. Representa la más poderosa conjunción entre el deber de la memoria y la fuerza del perdón. ¿De qué lejana sabiduría surge? ¿De qué tradición religiosa emana su fuerza?
El fenómeno Mandela ha suscitado numerosas conjeturas: este hombre ha tenido una formación al mismo tiempo de izquierdas y religiosa, profundamente espiritual. En realidad, surgido de un país encrucijada de continentes, en el que cohabitaban (mal, evidentemente) diversas comunidades (blancos protestantes, cristianos de diversas corrientes, judíos, musulmanes, hindúes y una diversidad infinita de antiguas creencias africanas), Mandela bebió de las fuentes de todas estas culturas mezcladas y las transformó, en su calvario de prisionero de por vida, en una feliz síntesis universalista, en un camino de reencuentro entre seres que, para vivir juntos, deben tenderse la mano.
Consciente de la dificultad de la tarea, acepta ser el primer presidente de los negros y de los blancos
Los creyentes verían el dedo de Dios que rozaba al ser humano, a imagen del fresco de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina; otros verían la señal misma de la fórmula humanista de Goethe, según la cual “nada de lo humano me es ajeno”. Pero Mandela sabía bien que este acuerdo que acababa de sellar con los sudafricanos blancos debía también garantizarlo, sobre todo después de que estos hubieran sido vencidos en Angola y en Namibia. Desde entonces, los opresores blancos tienen miedo, hay que protegerlos de alguna manera en su capitulación y su retirada.
Y Mandela, consciente de la dificultad de la tarea, acepta ser el primer presidente de los negros y los blancos. Y será él quien asegurará esta imposible transición, será él quien refrenará la cólera de los negros, será él quien evitará el baño de sangre entre adversarios de miras estrechas. Su ejemplo debería ser meditado por todos aquellos que se encuentran en medio de un conflicto trágico: los israelíes y los palestinos, los católicos y los protestantes en Irlanda, los pueblos divididos de la exYugoslavia, las minorías y las mayorías confesionales de Oriente Próximo, las tribus genocidas en África, en resumen, todos aquellos atrapados en la pasión por la diferencia excluyente y el odio hacia el otro.
Nelson Mandela rechazará renovar su mandato como presidente de África del Sur porque no había aceptado esa responsabilidad más que para llevar a cabo la paz entre negros y blancos, y de este modo dará al mundo y a los africanos en particular el ejemplo raro de un hombre político que no se deja dominar por el goce de los privilegios del poder. A nosotros, al resto de la humanidad, nos habrá revelado, a través de su humanismo africano, la parte de negritud que hay en cada uno de nosotros, como Gandhi nos enseñó, dentro de la más bella tradición asiática, la parte de no violencia que también nos habita. Símbolo universal de reconciliación, de libertad y de respeto a la dignidad, sin duda Nelson Mandela permanecerá en la memoria como el hombre más importante del siglo XX, un hombre contra el cual la muerte es impotente, pues se ha convertido, a su manera modesta y tranquila, en el ejemplo mismo de la humanidad en el ser humano.

http://internacional.elpais.com/internacional/2013/06/23/actualidad/1372018045_313159.html

La historia de NELSON MANDELA

Por MARIO VICIOSA en El Mundo 6/12/2.013

http://www.elmundo.es/especiales/internacional/nelson-mandela/historia.html


24 noviembre 2013

Las estrategias tecnológicas que marcarán las inversiones TIC entre 2014 y 2020

Según N-Economía en su análisis las estrategias tecnológicas que marcarán las inversiones TIC entre 2014 y 2020 los pilares de la inversión TIC hasta el final de esta década serán los siguientes:
  • La nube
  • Los software o plataformas de colaboración social
  • La movilidad
  • La internet de las cosas
  • Y el manejo y análisis de inmensas cantidades de información (Big-Data)

Cabe destacar que el valor agregado de la Internet de las cosas será de 1,9 billones de dólares en 2020, beneficiándose un amplio rango de industrias tales como salud, comercio minorista de bienes y transporte.

Y por cierto, si todavía te preguntas por qué los móviles cambian todo el escenario de la relación con los clientes, échale una ojeada a este video http://www.youtube.com/watch?v=_9Xknb3xz7o

Resultados del Informe PISA para adultos

Sólo uno de cada tres españoles sabe leer un texto largo o comparar ofertas


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos (PIAAC, por sus siglas en inglés), más conocido como el informe PISA para adultos. El estudio evalúa el rendimiento en comprensión lectora y en comprensión matemática entre la población de 16 a 65 años de 23 países de la organización. Y los españoles no salimos muy bien parados: somos los últimos en matemáticas y los penúltimos en compresión lectora.
Según el informe PIACC, en el que han participado 6.055 españoles entre un total de 157.000 adultos de 23 países, sólo los italianos muestran una peor comprensión lectora que los españoles, que han obtenido una puntuación de 252, 21 puntos por debajo del promedio de la OCDE y 19 puntos por debajo del promedio de la Unión Europea (UE).

Para seguir leyendo... http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-10-08/solo-uno-de-cada-tres-espanoles-sabe-leer-un-texto-largo-o-comparar-ofertas_38387/

El gigante ensimismado

Artículo de Timothy Garton Ash publicado en El País

Escrito durante el cierre de la Administración por la pelea entre republicanos y demócratas por el presupuesto

Es urgente que Estados Unidos descubra cómo lo ve el resto del mundo. La erosión de su inmenso poder avanza a mayor velocidad de la prevista mientras el país continúa enredado en disputas internas
http://elpais.com/elpais/2013/10/16/opinion/1381924074_272099.html

Prueba de publicación de artículos

Publicado en El Mundo

Laffer y el infierno fiscal de Ignacio González
En 1974 se reunieron en un hotel de Washington un lobista llamado Arthur Laffer, un periodista de 'The Wall Street Journal' y dos asesores del entonces presidente de EEUU Gerald Ford. Laffer dibujó en una servilleta una curva en forma de U invertida para explicar su teoría fiscal. Según ésta, las subidas de impuestos pocas veces implican más recaudación porque, a partir de cierto nivel, los contribuyentes pierden incentivos para pagar y también, recursos para generar riqueza. Por tanto, lo que había que hacer es bajar los tributos todo lo posible.
Tras la cena, Laffer se fue a su habitación, el periodista robó la servilleta y los dos asesores se quedaron con la idea. El garabato carecía de base matemática, pero ambos se dieron cuenta de que tenía cualidades infalibles: podía ser muy popular electoralmente y el concepto era tan fácil que hasta un niño o un actor secundario de westerns podrían entenderlo. Cuando uno de éstos, Ronald Reagan, llegó al poder, los dos asesores le convencieron para que hiciera de la curva de Laffer el eje de su política tributaria.
En EEUU, fuera del ala más derechista del Partido Republicano, Laffer no tiene mucho prestigio. Pero en Europa es un gurú del liberalismo. Se le cita constantemente para reclamar bajadas de impuestos, como si no hubiera centenares de economistas que piden lo mismo, pero que lo han investigado con rigor.

Para seguir leyendo: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/nodoycredito/2013/11/03/laffer-y-el-infierno-fiscal-de-ignacio.html